miércoles, 12 de agosto de 2009

Especial K. K. (2007)

Teóricos contemporáneos, como Baudrillard o Bauman, afirman que estamos en una “sociedad de consumo”. En este tipo de sociedad el acento se marca sobre el consumo y no sobre la producción, antes de cualquier cosa un individuo debe ser consumidor. Pero el consumo depende de la producción de deseos, cada producto se nos muestra como indispensable, como nuevo, como portador de éxito; y de esa exhibición del producto depende finalmente su consumo.

“El cuerpo es el más bello objeto de consumo”
[1], numerosos productos desfilan en la feria de las vanidades para el cuidado y buen desarrollo de él. Rituales cosméticos, de aseo y alimenticios se encuentran entre las innumerables acciones que exige tener un cuerpo “bello” y “sano”, ojalá parecido al del canon establecido en la publicidad.

Los productos alimenticios, ya no suplen la necesidad básica, sino que tienen propiedades extraordinarias que van desde mejorar el proceso digestivo, hasta ser harina y no engordar. Entre estos productos se encuentran los cereales, alimentos seriales de fácil preparación para la “agitada vida moderna”. Estos cereales, tienen precisamente las mismas propiedades que el concentrado para perros: como ya lo habíamos anotado son de fácil preparación, ayudan al buen desarrollo digestivo, es comida supuestamente natural y balanceada, además de tener los nutrientes necesarios para dar la “energía suficiente para todo el día”.

El producto escogido en este caso es “Special K” cuya imagen es la k (símbolo oficial de kelloggs) con un metro en la cintura que ya no marca 60 sino 0. Este cereal, como lo habíamos señalado, hace parte de la avalancha de productos para conservar la línea, y lo elegimos precisamente por la imagen ya descrita.

El performance consiste en la realización de una acción en la cual seis mujeres vestidas con trusas blancas, símbolo de la vida “sana”, el deporte, y la preocupación por el cuerpo; con una caja de cereal en la mano, presentarán una coreografía publicitaria del producto para finalmente terminar comiéndolo del piso, en cuatro patas, mientras toman agua en platos para perros. El gesto de comer el cereal en cuatro patas, no solamente responde a la semejanza del producto alimenticio con los concentrados para perros, sino también a la actitud sumisa que se tiene frente a la propuesta estética para el cuerpo dentro de la sociedad de consumo.


[1] Baudrillard Jean, La sociedad de consumo.

Johanna Villamil, Laura Lancheros, karla Moreno, Natalia Avila, Maria Russi, Lorena Morris, Ana María Villate, Ximena Laverde.
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